La estandarización: alegría y dolor del BIM. OpenBIM y el futuro

En la proyectación y en la producción asistimos a un cambio de paradigma: ayer los software house se enfocaban en una unicidad de formato, mientras que hoy (véase el acuerdo Autodesk-Triple) apuntan más a los lenguajes abiertos y a las plataformas comunicantes. De hecho, si no hay inter-operabilidad –a nivel de aplicaciones, formatos, lenguajes de programación, protocolos de comunicación- no hay BIM.

La estandarización de los archivos creados con la tecnología BIM entre los diversos software disponibles en el mercado es uno de los principales problemas ligados a su adopción y difusión. La tecnología BIM es utilizada por tantos programas que, en el pasado reciente, han mantenido el archivo del producto final en sus propios formatos. Considerando que sigue en curso actualmente el debate sobre la necesidad de la estandarización de los objetos BIM, cada vez se acepta más la idea de un único formato de intercambio.

Generalmente un objeto BIM se guarda en formato IFC (Industry Foundation Class) con extensión .ifc, que constituye el sistema de intercambio de datos. Los archivos IFC se clasifican como archivos de imagen 3D, que contienen también otras informaciones técnicas y son compatibles con todos los software que utilizan la tecnología BIM.

EL formato IFC representa una solución de inter-operabilidad entre diversas aplicaciones software que utilizan el BIM: por tanto, es importante reconocer los estándares internacionales relativos a objetos utilizados habitualmente en el sector de la construcción.

En otras palabras, es necesario que los software house escriban “las informaciones correctas en el sitio correcto”, de manera que todos los software puedan leer las características en modo inequívoco. Y, además, es necesario que se establezca el número mínimo de informaciones que un objeto tiene que poseer para que pueda ser definido legítimamente como BIM. Poder contar con la compatibilidad de las librerías IFC con el formato del software (que una solución como la de Autodesk Revit asegura), es por tanto una pieza muy importante en el camino hacia una mayor apertura de las plataformas de proyectación.

Por ello, tener estándares es fundamental en un sistema BIM, aunque todavía hay que superar algunos obstáculos. El programa Open BIM, una iniziativa lanzada por la Asociación Internacional BuildingSMART en colaboración con los principales proveedores de software, se encamina exactamente hacia esta dirección con el objetivo de eliminar los obstáculos a la inter-operabilidad entre sistemas y plataformas. Hablamos por tanto de una tecnología abierta y dirigida a la estandarización, para la que ha sido desarrollada una certificación ad hoc, un sistema técnico que permite a los productores de software que operan en el sector de la Architecture Engineering Construction mejorar, verificar y certificar los sistemas de intercambio de información para una perfecta integración con otras soluciones basadas en Open BIM.

Dado que las actividades en el sector de la construcción son múltiples (instalaciones, estructuras, energía), no existe un software en grado de gestionarlas todas. Más bien son necesarios instrumentos BIM uniformes que consientan a sus relativos software “leer” el respectivo dato de interés. Por esto, una posibilidad es la de confiar a un “software principal” la parte de proyectación y recurrir, en fases sucesivas, a otras aplicaciones específicas para el análisis energético, la estimación de costes, etc.

Entre los software de referencia en la proyectación arquitectónica en BIM, la Revit de Autodesk es una solución que permite crear un modelo 3D inteligente para planificar, proyectar, construir y gestionar el proyecto, y generar ábacos, folios de diseño, vistas 2D y 3D directamente partiendo del modelo. Revit soporta el formato IFC sea para importar que para exportar, y ofrece el valor añadido de la posibilidad de desarrollar aplicaciones asociadas en varios ámbitos como el estructural, mecánico, energético, y otras en el formato universal .rvt.